LLAME AHORA

Quizás te puedas sentir identificado con alguna de estas situaciones:

Me levanto tarde, o no soy capaz de planificar las actividades del día y me cuesta llevarlas a cabo, o como demasiado tarde, o no rindo en el trabajo, o me acuesto demasiado tarde…

Tengo la intuición de que lo que me pasa con mi pareja, o con mi familia, o en el entorno de trabajo, o con los amigos… puede estar relacionado con algunos dolores o malestares físicos que tengo. Al pensar o enfrentarme a esos problemas me entra sensación de presión en el pecho, o que el corazón se me acelera, o no respiro bien, o sudo más de la cuenta…

Tengo estados más intensos de la cuenta de rabia, angustia, tristeza, desolación, impotencia, desesperanza… y a veces no sé por qué, y otras veces más bien no quiero saber por qué.

No sé cómo resolver algunos problemas con mi pareja, con mis hijos, con el trabajo, y casi no tengo fuerza para afrontarlos.

No soy capaz de pensar con cordura y actuar en consecuencia, parece como si mis emociones me arrastrasen.

Pienso más de la cuenta en cosas negativos, catastróficas, me obsesiono con eso y con otras cosas… y esto no me deja vivir en paz y tranquilo.

Es como si muchas cosas no tuvieran sentido, y reconozco que a veces llego incluso a pensar que para vivir así mejor que la vida se acabe, que me da igual, que no tiene mucho sentido mi papel en este mundo.

A veces tengo mal rollo, soy demasiado exigente con los demás, y soy incapaz de controlar mi agresividad ante cosas que no son para tanto, y cuando me disparo es como si fuera cuesta abajo y sin freno, hasta estrellarme, y no lo puedo evitar aunque me dé cuenta, y sé que le puedo hacer mucho daño a los demás y luego me siento culpable.

A veces creo que no, pero parece como si quisieran hacerme daño o impedirme conseguir lo que quiero, y que siempre me toca perder, y esto me confunde y desmoraliza.

Me cuesta parar y descansar, desconectar de situaciones que me preocupan y disfrutar un poco de lo que sea, me cuesta conciliar el sueño por la noche, y en general no puedo vivir la vida con normalidad.

Me cuesta decirles a los demás que no y pararles los pies sin sentirme un poco mal conmigo mismo por ello o sin pensar que estoy fastidiando al otro, o que lo estoy decepcionando. O, por otro lado, también lo paso mal porque si cuento a los demás lo que me pasa pienso que los estoy sobrecargando con algo que no es de ellos.

Si me miran, o me siento observado, y hago o digo algo, me siento muy ridículo, y evito situaciones que no son familiares o conocidas, hablar en público, ir a una tienda a comprar algo, etc. A veces también creo que me exijo demasiado y eso me hace estar inseguro de mí mismo.

Si te está pasando algunas de estas cosas, u otras parecidas, y te desbordan o no sabes cómo afrontarlas, este es el momento de venir a terapia.

Cada proceso terapéutico tiene sus ritmos y sus tiempos, y es necesario esfuerzo y compromiso para evolucionar y conseguir bienestar psicológico, sin embargo en aproximadamente cinco sesiones de apoyo psicológico muchas personas ya son capaces de generar estrategias propias para afrontar sus dificultades y empezar a generar alternativas y soluciones.

No esperes más, no hace falta que estés en una situación excepcional o extrema para que te pueda ayudar un Psicólogo. Cuanto antes comencemos mejor, estos problemas se tratan y solucionan mejor cuando están empezando.

Contacte con nosotros, cuéntenos lo que le pasa, y valoramos la posibilidad de que pueda pedir una cita

    Please prove you are human by selecting the flag.

    Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

    ACEPTAR
    Aviso de cookies
    ¿Quieres +info o pedir cita?